Casi 20 años de espera A lo largo de las décadas, Square Enix se ha encargado de crear y nutrir múltiples franquicias dedicadas a explorar las diferentes posibilidades que los JRPG ofrecen. Algunos de estos proyectos han perdurado por años, como Final Fantasy, mientras que otros han tenido una serie de problemas para adaptarse a la modernidad, como es el caso de SaGa, franquicia que ha vivido de remasterizaciones y ports desde hace tiempo. Aun cuando todo parece perdido, siempre existe la posibilidad de que la compañía japonesa le dé una segunda, o tercera, oportunidad a una de sus propiedades con una base de fans pequeña, pero bastante vocal. Este es el caso de Seiken Densetsu, o Mana, la cual está de regreso después de casi 20 años sin una nueva experiencia en forma. La serie de Seiken Densetsu comenzó como un spin-off de Final Fantasy, el cual estaba enfocado en ofrecer un JRPG similar a la obra creada por Hironobu Sakaguchi, pero sin el combate por turnos. Si bien la primera entrega no causó un gran revuelo, su secuela se convirtió en uno de los clásicos más amados del Super Nintendo. Hoy en día, Secret of Mana es recordado con cariño, y como uno de los títulos que marcaron a la generación de 16 bits. Su secuela, Seiken Densetsu 3, expandió sustancialmente todos los elementos posibles, y si bien el trabajo original tardó años en llegar a occidente, cuando lo hizo, revitalizó el interés por esta propiedad. El remake de Trials of Mana que vimos en 2020 dejó en claro que Square Enix no se había olvidado de esta serie, y estaban listos para retomar este mundo, aunque aún tendríamos que esperar un poco más. A principios del 2024, y a cuatro años del lanzamiento de Trials of Mana, Square Enix reveló Visions of Mana. Si bien la serie se mantuvo vigente por medio de remasterizaciones, colecciones, remakes y algunos juegos móviles, la última vez que vimos la fórmula tradicional de este JRPG de acción fue en 2006 con el lanzamiento de Dawn of Mana en el PlayStation 2. De esta forma, el nuevo título representa un regreso a lo que hizo especial a la propiedad en primer lugar, y bien podría ser un punto de entrada para más de una persona. ¿Visions of Mana es la secuela que hemos esperado por décadas? ¿Qué tipo de producción nos ofrece Square Enix en esta ocasión? Descubre las respuestas a estas y más interrogantes en nuestra Atomix Review. Deber contra deseo La serie de Mana no es reconocida por su historia. A lo largo de los años, la franquicia ha utilizado los mismos conceptos una y otra vez, con pocas modificaciones a la fórmula que ya todos conocemos. Claro, Legend of Mana tuvo un par de ideas únicas y cambios importantes, pero la mayoría de las entregas clásicas, las más populares, nos presentan un viaje en donde un grupo de héroes tienen que cumplir con los mandatos de la Diosa de Mana, y derrotar a todos aquellos que traten de utilizar los poderes elementales para alterar el orden natural de las cosas. De esta forma, Visions of Mana no se encarga de cambiar mucho las nociones básicas a los que ya estamos acostumbrados, y en su lugar se enfoca en pulir sus propuestas con una trama que explora una perspectiva diferente para la serie. Visions of Mana nos presenta un mundo en declive. Para evitar la destrucción total de sus hogares, ocho personas emprenden un viaje al Árbol de Mana con el objetivo de sacrificar sus almas y mantener la paz. Sin embargo, esto no dura para siempre, por lo que cada cuatro años, un nuevo grupo es seleccionado por los elementos. Aquí es donde entramos en escena. Tomamos el papel de Val, un guerrero encargado de proteger a estos peregrinos, también conocidos como Alms, quien, junto con Hinna, su amiga de la infancia y la seleccionada por el elemento de Fuego, comienzan una travesía con la misión de encontrar al resto de los elegidos en turno y asegurar que el planeta siga en pie por un tiempo. Sin embargo, la aventura se complica una vez que nuestros protagonistas empiezan a cuestionar su tarea. Durante sus primeras horas, Visions of Mana no brilla por su historia. El viaje de Val y compañía cae en lugares muy comunes, y rara vez ofrece algo que sea interesante para el jugador. Los personajes principales y secundarios son unidimensionales y sus personalidades pueden ser molestas para más de una persona, puesto que carecen de un fuerte elemento que los logre distinguir de los cientos de variaciones que ya hemos visto en otros lados. Afortunadamente, este sentimiento desaparece después de los primeros capítulos. Aunque el juego se toma su tiempo para presentar ideas interesantes, los momentos iniciales del título siembran un par de dudas que, eventualmente, dan pie a momentos llamativos. Val y compañía, especialmente Hinna, son personajes que están dispuestos a sacrificarse por el bien de su mundo. Esto no es presentado como algo malo o como una tarea que el jugador debe de impedir, sino como una parte más de este mundo. Una tradición que debe mantenerse en pie a toda costa. Sin embargo, uno de los aspectos más interesantes del título es la forma en la que el elenco principal constantemente se encuentra batallando entre su deber como Alms, y sus deseos personales. Todos han aceptado su destino, pero también quieren disfrutar de cada segundo posible junto a sus seres queridos y nuevos amigos. Esto se ve reflejado en la estructura que toma el título durante sus primeras horas. Los capítulos iniciales de Visions of Mana son similares a lo que encontramos en Dragon Quest, en el sentido de que llegamos a una nueva zona, interactuamos con un grupo de personajes secundarios, resolvemos sus problemas, y eventualmente avanzamos al siguiente pueblo en donde repetimos este proceso. Afortunadamente, llega un momento en donde la trama toma un camino más tradicional, y todo lo que hacemos nos acerca un poco más a nuestro objetivo principal. Lo mejor de todo, es que esta ruta permite que cada uno de los personajes principales logre crecer de una forma natural, al grado de que llega un punto en donde compañeros que pueden ser molestos al principio, se convierten en tus favoritos cuando llegan los créditos finales. Visions of Mana nos ofrece una historia interesante, la cual utiliza conceptos e ideas que ya conocemos, pero las presenta de una forma especial. El conflicto a gran escala entre las fuerzas del bien y el mal sigue presente, pero el enfoque personal que tiene la aventura le da un peso emocional que no encontramos en otras entregas de la serie. Si bien la aventura no está libre de momentos clichés y es fácil predecir la dirección que va a tomar en casi todo momento, el carisma es algo que siempre está presente, y es casi imposible no encariñarse con alguno de los personajes principales al ver cómo es que sus relaciones avanzan a lo largo de esta travesía. Es una trama inofensiva que está más enfocada en entregar un viaje similar a un cuento de hadas, que en explorar las capacidades del género y redefinir lo que un JRPG puede ser, y no hay algo de malo con eso. El mundo de mana Visualmente hablando, Visions of Mana es el mejor trabajo de la serie. La dirección de arte es simplemente espectacular. El diseño de personajes toma todos los elementos que ya hemos visto, y les ofrece una capa moderna que representa una evolución con lo visto con el remake de Trials of Mana. Monstruos clásicos están de regreso, mientras que vemos algunas creaciones completamente nuevas de la mano de Airi Yoshioka y Koichi Ishii, creador de la serie, quienes no habían trabajado en un juego de la franquicia desde Heroes of Mana en 2007. El resultado es un apartado que, si bien deja en claro que este no es un AAA similar a otros trabajos de Square Enix, mantiene la esencia de la propiedad intacta, y es capaz de llevarla a un territorio mucho más grande. Comenzando con su mundo, Visions of Mana juega con tropos clásicos, por lo que exploramos bosques, desiertos, planicies y cavernas congeladas. Claro, hay un par de ideas interesantes, como un castillo que se mueve por el tiempo y una torre que nos lleva más allá de las nubes, pero estas locaciones son contadas. Aunque es probable que muchos tengan problemas al momento de recordar las zonas que visitamos, la dirección de arte resalta cada elemento posible. Con un estilo postimpresionista, en donde los colores sobresalen en todo momento, el título es capaz de cautivar al jugador, incluso cuando todo puede parecer genérico a primera instancia. Sin embargo, son los diseños de personajes los que se llevan las palmas en esta ocasión. Aunque los NPC carecen de elementos con los cuales pueden resaltar, el elenco principal y secundario luce increíble. Cada una de las prendas que portan los protagonistas son un reflejo de sus respectivas tribus y personalidades. Careena, por ejemplo, proviene de un pueblo en donde el viento es constante, por lo que su vestimenta es mucho más holgada, y cuenta con una serie de inspiraciones en los vestidos de China. Palamena, por su parte, forma parte de la realeza, por lo que porta un atuendo más elegante, con una capa y corona que a veces te hace olvidar que es mitad bestia. Lo mejor de todo, es que Visions of Mana cuenta con un sistema de trabajos, por lo que cada personaje tiene hasta nueve trajes únicos. Cada uno ofrece una variación interesante que no solo juega con los conceptos que encontramos en las prendas básicas de cada miembro del equipo, sino que también tiene diferentes interpretaciones de los atuendos clásicos de los JRPG. Morley, por ejemplo, pasa de un espadachín a un ninja, ladrón y una variación de bardo. Sin embargo, el juego no se escapa de tendencias que hoy en día parecen obsoletas, como el hecho de que múltiples prendas para Palamena se reducen a bikinis, lo cual no vemos en otros personajes femeninos, y termina por ser un fan service torpemente implementado. Sin embargo, no todo es perfecto. Visions of Mana es un juego mediano, por lo que hay un par de fallas que están ligadas a su presupuesto. No solo las animaciones llegan a ser rígidas en múltiples ocasiones, sino que el título tiene una terrible sincronización de diálogo, al grado de que hay momentos en donde los personajes están hablando, pero no los vemos abrir sus bocas. Esto es peor con el doblaje al inglés, en donde es más notorio y puede arruinar alguna secuencia interesante. De igual forma, es muy fácil identificar cuando múltiples NPC son usados entre pueblos, e incluso en las mismas áreas. Junto a esto, el uso del Unreal Engine 4 está acompañado de un par de momentos en donde las texturas tardan un poco en cargar adecuadamente, y me encontré con partes en donde la cámara se posicionó de una forma extraña al grado de que podía ver por debajo del suelo. Visions of Mana nos presenta un espectacular apartado visual. La dirección de arte le da una personalidad única a esta entrega, y cada zona cobra vida de una forma que seguramente era solo un sueño para aquellos que crecieron con Secret of Mana. El diseño de personajes y monstruos es increíble, y el sistema de trabajos expande de forma sustancial todas las opciones disponibles para cada personaje. Claro, el título no está libre de problemas, pero son más sus aciertos que sus fallos. Incluso con un menor presupuesto, está claro que los desarrolladores tienen el talento suficiente para ofrecer una experiencia de calidad en todo momento, y que representa una evolución natural para la serie. Clásico y refinado Visions of Mana nos presenta un apartado auditivo con resultados mixtos. Por un lado, contamos con una serie de composiciones increíbles que están en la misma línea de la serie, en donde encontramos una combinación entre el rock progresivo que caracteriza a cada enfrentamiento, e instrumentos clásicos que nos acompañan al momento de explorar cada región. Sin embargo, las actuaciones de voz dejan mucho que desear, con una dirección cuestionable y una mezcla de audio que trata de expresar mucho en poco tiempo. Cada una de las composiciones del soundtrack cumple su trabajo de una gran forma. Si bien la música que escuchamos al recorrer cada zona puede ser ignorada por más de una persona, estas canciones se convierten en los acompañantes perfectos, en donde elementos como el piano y el harpa siempre están presentes, y crean una inmersión que nos hace sentir en un bosque invernal o un ardiente desierto. Junto a esto, cada tema para los pueblos nos invita a quedarnos en las posadas, recorrer las calles e interactuar con los habitantes por lo amigables que llegan a ser. Por otro lado, cuando llega el momento de pelear, el soundtrack nos presenta una serie de composiciones que empoderan al jugador en todo momento. Si bien puede ser algo complicado apreciar este apartado, debido a las constantes interacciones entre los personajes y los fuertes estallidos que suceden con cada habilidad especial, aquellos que pongan atención encontrarán un trabajo que se apega a muchos de los conceptos de la serie, pero crear su propia identidad al siempre tener un tono en donde sientes que la victoria está a tu alcance sin importar qué tan grande sea el reto que tienes frente a ti. Por si fuera poco, también encontramos el ya clásico rock progresivo que tanto ha caracterizado a la serie, aunque su presencia es limitada a solo un par de peleas especiales. En general, Hiroki Kikuta, Tsuyoshi Sekito, y Ryo Yamazaki, quienes trabajaron en previas entrega de la serie, nos entregan un fantástico apartado musical que, al igual que su historia y apartado visual, utiliza conceptos clásicos de la serie para ofrecer una evolución natural que moderniza algunos apartados y conserva su esencia, logrando un balance que todos los fans seguramente aparecieran. Sin embargo, las actuaciones de voz carecen de esta atención al detalle, evitando que un apartado con buenas bases no logre cumplir con todos sus objetivos. A diferencia de los remakes de Secret of Mana y Trials of Mana, los cuales cuentan con terribles o pobres actuaciones de voz, Visions of Mana nos presenta un mejor trabajo en su doblaje al inglés. Cada uno de los personajes principales y secundarios tienen un buen talento detrás de ellos, los cuales son capaces de capturar de forma positiva la personalidad de los héroes y villanos. Sin embargo, no todas las ejecuciones son efectivas. Algunas de estas, como es el caso de Rachal Rial como Careena, son interesantes, puesto que aquí encontramos un acento sureño que va de acuerdo con su personalidad atrevida. Lo mismo sucede con Kaiji Tang como Morley, el cual posee un tono refinado que alberga una tristeza en su interior, y Vanessa Lemonides como Palamena, quien logra ofrecernos a una princesa en un sentido tradicional. Lamentablemente, la dirección no siempre es la mejor, lo que resulta en escenas en donde los actores hablan más rápido de lo que deberían, así como expresiones exageradas que en algunas ocasiones están fuera de lugar. El trabajo no es malo en sí, pero hay momentos en donde el resultado final no termina por ser tan bueno como debería. Afortunadamente, esto no ocurre con las voces en japonés, puesto que los actores no solo cumplen muy bien sus objetivos, sino que los problemas de ritmo en los diálogos no están presentes aquí, aunque algunos ademanes desmesurados siguen presentes. En general, Visions of Mana nos presenta un gran apartado sonoro que será del agrado de todos los fans de la serie. La música es simplemente espectacular de principio a fin, y si bien las constantes conversaciones y explosiones pueden evitar que los jugadores aprecien por completo la labor que se hizo en esta ocasión, este es un espectacular soundtrack que juega de gran forma con los conceptos clásicos de la serie y les da un toque moderno que en ningún momento se olvida de sus orígenes. Por su parte, las actuaciones de voz cuentan con una dirección mixta, la cual puede estropear las buenas interpretaciones que escuchamos a lo largo de toda la aventura. Personalización, clases y trabajos Al igual que su historia, el gameplay de Visions of Mana comienza de una forma muy sencilla, pero eventualmente se convierte en algo adictivo, con las suficientes capas de complejidad para que cada jugador logre encontrar el estilo de juego que más le agrade. La nueva entrega en la serie de Seiken Densetsu es un JRPG de acción con un combate hack and slash, en donde se nos presenta una variación interesante al ya clásico sistema de clases al que la franquicia nos tiene acostumbrados, pero sin complicar las mecánicas principales. De esta forma, los veteranos pueden apreciar la evolución natural que este título nos presenta, mientras que aquellos que se adentrarán a este mundo por primera vez pueden gozar de todo lo que este juego tiene para nosotros de una forma amigable, algo que podría convencerlos a experimentar el resto de la franquicia. Hinna y Val no viajan solos, sino que múltiples Alms se unen a nuestro grupo, y si bien algunos ofrecen soporte moral, podemos formar un equipo compuesto por hasta cinco personajes, incluyendo al guardián, pero solo tres son permitidos en cada combate. De esta forma, podemos tomar el control de múltiples guerreros con enfoques únicos. Palamena es una poderosa maga que tiene magia ofensiva, mientras que Careena se dedica al soporte mientras afecta las estadísticas de sus contrincantes. Todos poseen un arma especial que modifica la forma en la que se controlan, pero cada uno funciona bajo las mismas bases. Hay un golpe débil que crea un combo pequeño, un ataque fuerte capaz de hacer mucho daño, así como un movimiento especial que está a nuestra disposición cuando se llena una barra específica, y es posible esquivar en múltiples direcciones. Visions of Mana toma un par de elementos del remake de Trials of Mana, como un marcador que indica el área de un golpe enemigo, dándote la oportunidad de evadir casi cualquier daño. De igual forma, este título no cuenta con un mediador de ataque que te obliga a descansar antes de realizar una acción, por lo que eres libre de realizar todo lo que desees. Por último, pero no menos importante, el sistema de anillo está de regreso. De esta forma, tienes acceso a ítems y habilidades especiales en todo momento con tan solo presionar una dirección en el D-Pad. Si bien puedes tener una lista enorme de consumibles y poderes devastadores, este menú solo nos da acceso a ocho, por lo que tienes que pensar muy bien cómo es que quieres usar las destrezas de cada miembro del equipo. Si bien esto puede sonar sencillo, y lo es durante las primeras horas del juego, eventualmente Visions of Mana introduce un sistema de trabajos. En lugar del cambio de clases permanente que hemos visto en otras entregas de la serie, este nuevo título nos da la opción de elegir ocho oficios diferentes. Cada uno de estos ofrece varias opciones clásicas, como Rune Knight para Val, el cual le da el poder de infundir algún elemento a su espada. De igual forma, se desbloquean habilidades especiales que puedes usar sin importar tu elección de preferencia, así como algunas pasivas que están ligadas a una preferencia en particular, dándote más opciones en combate. Lo interesante, es que el sistema de trabajos ofrece variaciones únicas para cada personaje, ya que les otorga tres armas. En el caso de Val, el Weapon Master permite que usemos una espada corta con una mayor movilidad en combate, mientras que Berserker le da una espada gigante con la cual puede hacer más daño, y Paladin le concede una lanza con escudo enfocados en la defensa. De esta forma, un solo personaje puede tener diferentes estilos de combate y cambiar su enfoque en el campo de batalla. ¿Quieres que el protagonista sea un muro? Dale habilidades que le asignen a él y al equipo defensas elementales. ¿Deseas que el protector de los Alms sea tu principal fuente de daño? Entonces asígnale el trabajo de Rune Knight y aprovecha su habilidad pasiva que le permite incrementar su poder al infundir su espada con un elemento. Esto es solo un ejemplo, y cada miembro del equipo principal tiene las mismas opciones a su disposición. Palamena puede pasar de una maga, a una peleadora que invoca enemigos para ayudarle en combate. Morley tiene un gran enfoque en los ataques críticos, pero también puede convertirse en alguien que le dé soporte al equipo y sea cazpaz de crear trampas para los contrincantes. Por su parte, Careena es capaz de hacer mucho daño con el build correcto. Visions of Mana le ofrece una gran libertad al jugador en todo momento para crear su equipo perfecto y, por si fuera poco, las afinidades elementales y movimientos únicos cambian al seleccionar una clase específica. Junto a esto, también se introducen un sistema de habilidades opcionales que puedes equipar en todo momento, lo cual expande aún más las herramientas a tu alcance. El resultado final es un juego que puede llegar a ser tan complicado como lo desees. Claro, las sencillas bases hacen que ningún enfrentamiento sea muy complicado al final del día, por lo que cualquiera puede terminar la aventura sin adentrarse por completo en lo que el sistema de trabajos ofrece, pero aquellos que exploren todo lo que aquí se nos presenta, encontrarán un gameplay enfocado en la personalización, el cual es divertido y da las suficientes herramientas para superar cualquier reto en la dificultad más alta. Sin embargo, esto no quiere decir que la experiencia sea perfecta, puesto que la exploración deja mucho que desear. El mundo de Visions of Mana es enorme, pero al mismo tiempo se siente pequeño. Cada región cuenta con diferentes zonas que podemos explorar. Estos son mapas grandes con múltiples coleccionables y retos adicionales, así como enemigos visibles en todo momento, por lo que los enfrentamientos random no existen, y tú decides cuándo comenzar una pelea. Sin embargo, la progresión es completamente lineal, por lo que el título restringe cualquier incentivo para salirse del camino principal. Junto a esto, estas áreas carecen de algún acertijo o reto ambiental que ofrezca algo interesante. Si bien los calabozos nos piden usar poderes elementales, la progresión no presenta algún reto que vaya más allá de derrotar oleadas de contrincantes. Junto a esto, las misiones secundarias son aburridas. Estas tareas opcionales se reducen a la búsqueda de ítems o pelear contra un tipo de enemigo varias veces. Lo peor de todo, es que no hay una sola historia de este tipo que valga la pena. Todas estas interacciones se reducen a problemas mundanos que se vuelven pesados rápidamente. Si bien las recompensas valen la pena, llega a ser tedioso dejar de lado la aventura principal para recolectar un anillo para un ciudadano, especialmente durante las últimas horas de juego, en donde la cantidad de tareas de este tipo aumentan de forma sustancial y, para aquellos que desean completar todo lo que el título ofrece, rompen el ritmo en una parte crucial. Visions of Mana se siente como el juego que todos los fans han estado esperando por años. El trabajo de Square Enix nos ofrece una evolución sustancial en comparación con los últimos juegos, y moderniza muchos de los elementos característicos de la serie. El combate, aunque sencillo, está bien implementado, y nos permite tomar el control de múltiples personajes, cada uno con un estilo de juego único y habilidades especiales. Por su parte, el sistema de trabajos recontextualiza el cambio de clases para darle al jugador una enorme cantidad de opciones en todo momento. Es probable que mi equipo luzca muy diferente al de la mayoría, y si bien hay opciones seguras para cada peleador, también hay alternativas más extravagantes que seguramente serán del agrado de otros. Sin embargo, la exploración y las tareas adicionales pudieron ser mejor, puesto que muchas misiones secundarias terminan por ser redundantes, y la aventura lineal elimina cualquier deseo de explorar cada rincón, al menos hasta que el juego lo permite durante las últimas horas. El resultado es, sin lugar a dudas, el mejor juego de la serie hoy en día, una digna evolución de la franquicia, y la perfecta entrada para aquellos que siempre han estado interesados en Mana. Seiken Densetsu está de regreso Tuvieron que pasar casi 20 años, pero la serie de Mana está de regreso con una entrega completamente nueva que toma la fórmula tradicional y nos ofrece una evolución natural que será del agrado de todos. La historia, aunque empieza algo lenta y con ideas que ya hemos visto en muchos lugares, eventualmente presenta una aventura sumamente entretenida, con personajes principales interesantes que experimentan de gran forma con los conceptos clásicos del género y la propiedad. El resultado final es un viaje llamativo, lleno de carisma y momentos divertidos. La presentación visual, aunque deja en claro que esta no es una producción AAA de Square Enix, logra utilizar de forma efectiva su estilo de arte y diseño para ofrecernos un mundo interesante de recorrer, que demuestra una fuerte identidad en todo momento, incluso cuando no trata de ocultar su limitado presupuesto. La música es simplemente fenomenal, ofreciendo una gran evolución para la serie, y en ningún momento se olvida de los elementos que hicieron especial a este apartado en primer lugar. Si bien la dirección de voz dejar mucho qué desear en múltiples momentos, las actuaciones son efectivas para el tipo de historia que se nos presenta, y cada actor logra encapsular efectivamente a sus respectivos personajes. El gameplay de Visions of Mana es muy entretenido, y uno de los mejores apartados del juego. Gracias a sus sencillas bases, cualquiera puede tomar el control y disfrutar de todo lo que el título tiene para nosotros. Junto a esto, el sistema de trabajos ofrece una enorme libertad de expresión para que cada jugador sea capaz de encontrar su estilo de juego y experimentar con todo lo que este sistema tiene para nosotros. Aunque la exploración y su mundo pudieron ser mejores, cada combate es divertido y el título cuenta con múltiples retos que pondrán a prueba tu dominio sobre el control. Está más que claro, Visions of Mana es el mejor juego de la serie. El título es capaz de mirar a su pasado y traer de regreso los elementos característicos de la serie de una forma que todos pueden apreciar. Si bien no está libre de problemas, sigue siendo una experiencia que los fans deben de jugar, y espero que esta entrega marque el regreso en forma de Mana. The post Review – Visions of Mana first appeared on Atomix.
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