Los videojuegos han adoptado varias formas los últimos años. Personalmente, creo que el concepto también ha evolucionado, pues muchos creativos que nunca lo habían mirado como un medio con potencial, han podido explorar sus diferentes virtudes, de la cual siempre se suele destacar la interacción que casi ningún otro medio puede ofrecer. Así que, cuando uno tiene en sus manos un título como Life is Strange 2, lo que uno espera es una historia que te enganche de principio a fin. Para buena fortuna de los amantes de este género interactivo o aventura gráfica, las cosas empezaron con el pie derecho. Life is Strange es una historia interactiva, la cual combina ciertos elementos sobrenaturales con lo cotidiano, resultando en una hermosa mezcla con carácter y personajes formidables. En 2015, la prime parte de Life is Strange llegó como una grata sorpresa, ya que no solo era otro “gran paso” para un estudio como Dontnod Entertainment (tras Remember Me de 2013 con Capcom), sino que había logrado que una compañía como Square Enix apoyara en su publicación. En ese entonces conocimos a Max y Cloe, dos amigas como el agua y el aceite, pero con sus propias motivaciones y cargas emocionales que tejían una historia hermosa de principio a fin. Sí, quizás gráficamente no era de lo mejor, pero creo que hablo por muchos al puntualizar que la trama se llevaba casi todo el protagonismo del juego, sin olvidarse de su música “indie” y vibra adolescente que tocaba fibras sensibles de varios de nosotros. Después vino una precuela, Life is Strange: Before The Storm y que, conformada por tan solo tres partes, no terminó de convencer a todos los seguidores de la franquicia. De ahí, obtuvimos este verano un demo llamado The Awesome Adventures of Captain Spirit, el cual nos daba un panorama más cercano a lo que, al final del día, tenemos con el primer episodio de Life is Strange 2. En él, Dontnod aplica ciertos giros en su universo que, apoyados por una mejoría gráfica, podrían darnos una de las sorpresas más gratas de este ya ataviado 2018. EN BUSCA DE UNA VIDA MEJOR Dontnod tiene una fijación por presentar personajes en su adolescencia, pero la respuesta podría recaer en que, la juventud misma, presenta oportunidades únicas para desarrollarlos. En la segunda temporada de Life is Strange conocemos a la familia Díaz, conformada por su padre y los dos hijos, Sean y Daniel, quienes lidian con una realidad no muy alejada a la nuestra. Con esto me refiero a que, los conflictos políticos y sociales que actualmente nos aquejan, como la identidad de género, las tensiones entre las etnias y comunidades raciales (y que a su vez permean en las relaciones interpersonales), son el pan de cada día en sus diálogos. Quiero comentarles lo difícil que me es analizar este tipo de videojuegos, precisamente por su naturaleza: estar enfocados al 100% en la trama y sus vertientes. Así que, a partir de este momento, explicaré algunos puntos de la historia de manera superficial, sin afectar la lectura, pero que considero importantes para transmitirte mi opinión. Es por lo que creo que, una de las principales sorpresas que te llevarás en el juego, es lo enormemente politizada que se encuentra su trama. Si bien la familia parece llevar una vida sencilla, pero relativamente tranquila, me sorprendió mucho la facilidad y rapidez con la cual Dontnod te presenta “un suceso” que detona todo el viaje de los hermanos Díaz. Si has visto algún tráiler, notarás que se trata de algo sobrenatural, aunque no se muestra explícitamente o en qué condiciones ocurre. Por ahora, también me lo guardaré y prefiero que lo platiquemos sin dar muchos spoilers a la comunidad. NO ES UN JUEGO COOPERATIVO, PERO SÍ SOBRE LA HERMANDAD Ahora, ya en el viaje de Sean y Daniel, uno de mis “temores” era que se convirtiera en una simbiosis que ya se había ejecutado muy bien en los últimos años, como en Brothers: A Tale of Two Sons (2013) y recientemente A Way Out (2018), pero sin duda Dontnod se sale con la suya gracias a su genial historia. Como en los juegos anteriores, Life is Strange 2 permite que explores ciertos escenarios, dotado de opciones “especiales” como minijuegos y, por supuesto, tomar decisiones en momentos críticos que desencadenan el efecto mariposa. Algo que quiero destacar, es que ciertos objetos desbloquean interacciones únicas entre los hermanos, lo cual te permite forjar lazos con tu hermanito Daniel y hasta arruinar las cosas en ciertas secciones del juego. Si quieres saber de qué se tratan, tendrás que terminar el episodio para que, una vez más, el equipo te muestre si alcanzaste esas secciones o no. Roads, la primera de cinco partes confirmadas para esta temporada, se desarrolla precisamente a lo largo de un viaje en busca de llegar a México desde el noroeste de los Estados Unidos, donde las cosas más sencillas como elegir robarte una botella de agua puede tener graves consecuencias. ¿Qué pasa si decides pagarla? Se te agota el poco dinero que tienes. ¿Y si prefieres explorar? Resulta que puedes ahorrarte el apuro y llenar tu botella vacía en el lavamanos de un baño público. Esto se apoya de la exploración, donde Dontnod añadió coleccionables a lo largo del episodio, los cuales creo que son menos obvios que en ocasiones anteriores. Asimismo, me agradó el desarrollo de prácticamente todos los personajes; cada uno tiene una postura muy cercana, bastante humana, que a su vez refleja las distintas perspectivas de un problema tan serio como lo es el racismo y la percepción de la realidad. Lo que para ti podría ser positivo o “normal”, puede ser la aberración de otra persona, y así en varias secuencias de Roads. Por otro lado, la continuación de elementos sobrenaturales en la saga hace que Life is Strange tenga una esencia propia no solo entre los juegos de su mismo tipo, sino que se aplica para sus personajes. ¿COPY/PASTE? Lo anterior me lleva a explicarte que Dontnod ha ido más allá de solo hacer un “copiar y pegar” de Max y Cloe. No, Sean y Daniel no tienen la misma relación, puesto que son hermanos y la diferencia de edad (16 y 9, respectivamente) también provoca que se comporten de maneras distintas, mientras los diálogos se han refinado bastante y realmente tendría poco que quejarme sobre las opciones. Sin duda alguna, el equipo de desarrollo y escritores han sabido plasmar de gran manera la naturaleza humana, pues los diálogos son menos duales (sí, no; negro y blanco; bueno y malo) y se perciben casi como uno se hubiera imaginado la situación. Aunque hasta aquí todo suena bastante bien, tampoco dejaré de lado que el equipo de escritores tomó el camino fácil para ciertas secuencias y momentos cúspide de la trama, especialmente durante la mitad del episodio (que roza las 2:30 horas de duración) y que son altamente predecibles. Si ya lo jugaste y buscas con quién discutirlas, ¡no olvides que para ello existe la sección de comentarios! Técnicamente hablando, estamos frente a la misma versión de Unity que Dontnod ha utilizado desde Life is Strange: Before The Storm (y cuyo desarrollo recayó casi por completo en Deck Nine), el cual ya era una gran mejoría en comparación a lo que construyeron en Unreal Engine 3 para su primera temporada. Sin embargo, algunos diálogos suelen tener problemas de lipsync y no dejan de verse rígidos, mientras que la fluidez y la iluminación denotan una evolución clara. Como los escenarios del juego también son más grandes y cuentan con una mayor cantidad de elementos en pantalla, peca al contar con una que otra textura que no carga bien (incluso en cinemáticos) o que no lo hacen en toda la secuencia jugable. Si has jugado entregas anteriores de Life is Strange, entonces seguro querrás saber qué pasa con la curación de música en Roads. En esta ocasión, nos alejamos de esa vibra indie y despreocupada de Arcadia Bay porque se adapta a la personalidad de Sean; él es un jovencito, amante del rap y hip hop, más apegado a la cultura callejera, pero que no te dejará con mal sabor de boca. Roads tampoco se olvida de las secuencias “contemplativas” donde la música y los “pensamientos” de los personajes acaparan los sentimientos en pantalla. UN NUEVO EFECTO MARIPOSA Dontnod Entertainment ha dado en el clavo no solo con sus escritores, sino al darle un giro a su equipo técnico y elevar la fórmula que conocimos en 2015. Sean y Daniel no son Max, ni Cloe, y lo cierto es que no tienen por qué serlo; Dotnod ha sabido labrar una hermosa y cautivadora historia, con varias capas de complejidad y que, aderezada por una carga política, funge casi como radiografía social de una realidad en occidente de la cual no muchos podemos huir. Lo anterior no significa que los personajes evoquen problemas sociales de forma muy constante, sino que son capaces de mostrarlo en las cosas sencillas de la vida: en un padre que busca una vida mejor, pero en un país donde no son vistos “con buenos ojos”; un chico que puede quejarse de su día a día, pero que tendrá la oportunidad de valorarlo; incluso el tomar la decisión de arrastrar a los demás por nuestros errores, se verá reflejado en cierto punto del episodio. Que este primer episodio se titule Roads también nos habla de un estudio más enfocado en los simbolismos pues, cuando el camino podría lucir muy claro, varios elementos te cuestionarán si vas en la decisión correcta, cómo quieres llegar o si vale la pena replantearse el viaje y cambiar de ruta. Life is Strange 2 es una grata y bonita sorpresa que podría tocar fibras sensibles, pero si lo hace, reivindicará al videojuego como un hermoso y peculiar medio para contar historias.
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